¿Qué necesitas para una vida mejor? He estado reflexionando durante los últimos meses sobre lo que hace que nuestra vida y trabajo sea más significativo.
Algunas de estas ideas son tal vez más “abstractas” o personales y, como tales, no han llegado a nuestras publicaciones habituales más “estratégicas”.
Pero son las que surgen de modo natural en nuestro trabajo más presencial y a las que las personas tienden a responder más. Aparte del hecho de que me conmueven profundamente.
El título de este post “Qué necesitas para una vida mejor” puede parecer dramático, pero está muy lejos de eso y muy cerca de la verdad acerca de lo que vamos a hablar.
Puede que no te sorprenda, pero es un buen recordatorio para todos nosotros, yo misma incluida.
Tengo muchos ejemplos, tanto personales como profesionales, de errores, luchas e incluso dificultades a largo plazo de personas, equipos y organizaciones incapaces de hacer lo que os voy a contar.
Y me rompe el corazón, porque son situaciones tremendamente solucionables.
Y sin embargo, por alguna razón, nosotros como humanos, sufrimos con ellas profundamente.
1) Te quiero y gracias. (La esencia de una vida mejor)
Un montón de relaciones y situaciones podrían ser seriamente reformadas simplemente con la capacidad de apreciar al otro. Ya sea tu cónyuge, hijos, jefe, clientes, informes o simplemente otro ser humano que haya hecho algo por ti.
La capacidad de apreciar, comprender el esfuerzo del otro y recompensarlo, ser capaz de expresarlo en voz alta, es ORO.
Algunas personas me han contado que si dices “te quiero” muchas veces pierde su sentido. Ni mucho menos. Solo lo hace si no lo sientes cada vez que lo dices.
¿Podemos decir “te quiero” a nuestros hijos todas las noches y continuar sintiéndolo? ¿A nuestros padres cada vez que hacen algo por nosotros? ¿O simplemente por serlo? ¿A nuestras parejas por cuidarnos y ayudarnos?
Por supuesto que podemos. Hay muchas oportunidades a lo largo del día y, a menudo, las desperdiciamos.
El amor no es solo romántico, profundo o íntimo. También es una expresión y una extensión del “gracias”. Una apreciación por el esfuerzo, cuidado, tiempo y consideración de alguien. El amor viene en muchas formatos, grandes y pequeños.
Podemos pensar que se sobrentiende o no es necesario y, sin embargo, cada vez que lo expresamos, el mundo se ilumina.
¿Te ha ocurrido alguna vez? Alguien te ha mirado a la cara y ha dicho con sentido, “muchas gracias”. Tal vez todo lo que hiciste fue ayudarlo con una tarea, pero si él/ella y tú, sois capaces de sentir la gratitud detrás de este gesto, crea magia, para AMBAS personas.
¿Y sabes qué? No te cuesta nada.
Solo si se tiene una “limitada” visión del mundo crees que decir “gracias” y “te amo” te cuesta algo. Lo hace solamente, si no estás bien contigo mismo, o si realmente no lo dices en serio.
Y si a menudo, dices “gracias”, especialmente a personas que no lo merecen.
Depende de ti.
¿Lo estás haciendo para sentirse seguro y aceptado o porque estás realmente agradecido? Tú decides y puedes ajustarlo en consecuencia.
Pero mi regla general es: puedes decir tantos “te quiero” y “gracias” como tu corazón desea, siempre y cuando realmente tenga sentido para ti y lo sientas. Incluso si es por algo pequeño.
Y ellos sentirán la diferencia, te lo prometo.
2) Lo siento y estaba equivocado. (Superpoderes para lograrlo)
Para algunas personas, el decir esto puede parecerles que están perdiendo algo de sí mismos. Pero esto solo es verdad si te disculpas regularmente por cosas o a personas que no lo merecen.
En el resto de los casos, una vez más, hay mucho que ganar al encontrar la fuerza y el coraje de admitir que estabas equivocado, que lo lamentas, cuando realmente sientes que es así.
Y, por cierto, nos sucede a TODOS NOSOTROS.
Puede ser que no quieras sentirlo, incluso si en el fondo, lo sabes. Esto también proviene del tipo de visión “limitada” que cree que decirlo te va a quitar algo. Pero, si la otra persona es alguien que regularmente se aprovecha de ti, entonces ciertamente es así.
En muchos casos, es solo una cuestión de orgullo y confianza.
Pero si te equivocaste de verdad y lo sientes, ser capaz de decirlo en voz alta al otro y con verdadero significado, es también ORO.
No es el “siento que te sientas de esta manera”, sino el “lo siento, por haberte hecho sentir de esta manera”.
Tu tienes la última palabra sobre quien lo merece, pero te invito a considerar a las personas en tu vida para las cuales se justifica tal afirmación.
También hay momentos cuando creemos que tenemos la razón, pero que tener razón es menos importante que salvar la relación. Esto sucede continuamente, en muchos tipos de circunstancias. Y solo pierdes en este caso, si la relación en general no funciona para ti. Sabes a lo que me refiero.
Si decir “lo siento” o “me equivoqué” es tan difícil, entonces pregúntate qué tienes que perder de verdad. Si es demasiado fácil y lo haces todo el tiempo, pregúntate a ti mismo qué estás regalando continuamente al hacerlo.
Las preguntas correctas conducen a las respuestas correctas.
3) Cuéntame. (El verdadero tesoro para una vida mejor)
La realidad para la mayoría de nosotros es que estamos demasiado ocupados. Nunca parece que haya suficiente tiempo. Y, sin embargo, muy en el fondo, es algo que nosotros mismos forjamos.
No quiero decir que no sea real, pero que cuando tenemos claras las prioridades y formamos nuestra vida a su alrededor, se vuelve más fácil. Lo viví y tampoco lo creía, hasta que lo hice.
¿Cómo crees que lo hacen los grandes líderes? Algunos de ellos también son padres y gestores de muchas iniciativas, no es fácil, pero está lejos de ser imposible.
El caso es que la comunicación auténtica, honesta y abierta también es una oportunidad de ORO.
“El éxito o el fracaso en nuestras vidas depende de cada conversación que mantenemos.” – Susan Scott
Decir a tu hijo “cuéntame”, preguntar a tu ser querido “¿cómo te sientes?”, preguntarle a tu cliente, jefe o empleado “¿qué estás pensando?” y viceversa, tiene resultados sorprendentes.
Las preguntas abiertas que invitan a una conversación abierta y sincera son claves para relaciones fantásticas e innovación verdadera.
Puedes pensar que no tienes tiempo para eso.
Pero lo tienes.
Y apuesto a que definitivamente no tienes tiempo para todas las complicaciones que surgen al no entender adecuadamente a tus hijos, pareja, clientes, empleados, amigos y demás.
Considéralo uno de los mejores tipos de inversiones que pueden existir.
Siempre digo que dedicar tiempo y atención a escuchar con tu corazón a alguien, es un regalo. No todos se lo merecen y solo tú puedes decidir quién lo hace. Pero invertir en ello de manera activa y regular te cambiará la vida y la hará más fácil.
Puedes reflexionar un poco más sobre ello leyendo mi NEVBlog: “¿VES realmente a las personas?”.
Siempre te deseamos todo lo mejor para el éxito que eliges y te invitamos con mucho gusto a compartir con nosotros tus ideas y preguntas.