Uno de los regalos más preciados que damos y recibimos es la confianza. Se trata de una moneda de cambio inestimable entre las personas, la fe y la creencia en algo, en alguien.
La confianza hace que nuestros clientes vuelvan y es en muchas ocasiones vital para atraerlos.
Los trabajadores que creen en sus jefes rendirán mejor.
En nuestras relaciones personales la confianza será lo que nos permitirá mostrar nuestro verdadero yo, crecer junto a nuestros seres queridos y realmente apoyarnos mutuamente.
Además, la confianza que tengamos en nosotros mismos puede ser el recurso más importante para alimentar el cumplimiento de nuestros sueños.
Pero lamentablemente, creo que la confianza es uno de los fundamentos más importantes que se han ido perdiendo a lo largo de estos últimos años de volatilidad global (cambio climático, pandemia, guerras, etc.), sobre todo en un mundo cada día más VUCA.
Confianza en nuestros jefes y trabajos, confianza en nuestras instituciones y sociedades.
Y quizás lo peor de todo, confianza en nuestra capacidad para asegurarnos una buena calidad de vida y aprovechar las oportunidades que tenemos para lograr nuestros objetivos.
Os dejo algunas reflexiones sobre como alimentar este bien tan preciado…
1) Confianza en Ti Mismo.
Un sueño, una oportunidad, independientemente de lo bien que lo definas, será siempre algo desconocido. Lo que nos imaginamos al principio es, a menudo, muy diferente de lo que acaba siendo. Y cómo llegamos allí es un misterio.
Pero confiar en nosotros mismos, en nuestros objetivos, en nuestras habilidades y en nuestras intenciones podría ser un gran paso hacia el éxito que estamos buscando.
Tener confianza en que tenemos lo que hace falta y que si no, lo aprenderemos.
Confianza en que nos pondremos a prueba y que haremos lo necesario para conseguirlo.
Confianza en que no nos daremos por vencidos y que si elegimos tomar otro camino, será por una buena razón.
Y en tiempos de dificultad, la confianza de que sobreviviremos nos hará más fuertes y sabios y volveremos a ser felices.
¿Cómo conseguimos esto?
Como la mayoría de las cosas, es una cuestión de mente abierta, trabajo duro, creatividad y compromiso…junto con muchísima práctica. Y en el centro de todo: la creencia de que merecemos el bien que buscamos.
Cuándo sabes claramente lo que quieres – sobresalir profesionalmente, crear tu propia empresa, vivir una buena vida, enamorarte de nuevo – por lo general aparecen siempre las mismas preguntas:
- ¿Estás realmente abierto a la oportunidad y a explorar las posibilidades?
- ¿Estás dispuesto a aprender y a exponerte?
- ¿Estás dispuesto a trabajar duro e inteligentemente, aprovechando los recursos que pueden ayudarte?
- ¿Realmente crees que TU vales la pena?
Cuanto más nos enfrentemos a los miedos y más adquiramos experiencia con la práctica, aprendiendo y persiguiendo nuestros propósitos en los triunfos y fracasos, más confianza ganaremos en nosotros mismos.
También ayuda el ver nuestros errores desde una perspectiva de curiosidad en lugar de juzgarlos.
Es simplemente una parte de la evolución de nuestras almas.
Todo es parte del proceso. Después de todo, ¿Por qué derribarte a ti mismo cuando realmente estás dando lo mejor de ti?
Mira la charla TED de Kathryn Shulz sobre los beneficios de equivocarse para saber más sobre este tema…
2) Confianza en Los Demás.
Parte de vivir la vida consiste en exponernos y a veces, ser heridos en el intento. Es inevitable, pero puede doler y defraudar enormemente.
Tanto que lo último que querremos después es abrirnos a confiar nuevamente.
Sin embargo, esa es exactamente la clave. Quizás no con la misma persona y quizás con más criterio respaldando nuestras decisiones, pero la alternativa de no volver a confiar es muy triste y solitaria.
Las personas fueron hechas para confiar las unas en las otras. Nuestra propia supervivencia depende de ello.
Lo que puede ayudarnos en gran medida, es confiar en nosotros mismos y clarificar algunos puntos de las relaciones:
- ¿Qué es lo más importante para ti en la relación/intercambio?
- ¿Qué es lo que realmente esperas de la otra persona? ¿Qué expectativas son justas y razonables o no lo son?
- ¿Estás asumiendo tu parte equivalente de responsabilidad?
- ¿Cuánta confianza necesitas o estás dispuesto a depositar en el otro?
- ¿Cómo puedes protegerte y a su vez permanecer abierto?
- ¿Están dispuestos a confiar en ti?
- ¿Qué es lo que puedes perder y estás dispuesto a arriesgarlo?
- ¿Cuál es el coste de no confiar y alejarse?
Las respuestas a estas preguntas te aclararán tu posición.
En caso de que el riesgo sea demasiado alto y busques alternativas o por el contrario decidas embarcarte, esta claridad te ayudará a ganar confianza en ti mismo y en tu capacidad para gestionar mejor los resultados.
3) Inspirando Confianza.
Cuando la gente confía en nosotros, es un regalo. Un regalo que nos ha llevado tiempo y trabajo ganar y que, como todos sabemos, puede ser muy fácil de perder.
Pero ¿qué sugiere esta confianza? Por supuesto dependerá del tipo de relación, pero lo que todas tienen en común es una cierta expectativa sobre la clase de persona que eres y lo que eres capaz de dar. En definitiva, si queremos que los demás confíen en nosotros tenemos que abrirnos a ellos primero.
Esto no significa que no vamos a cometer errores. Por el contrario, se trata de cómo vamos a manejarlos y de cómo trataremos a los demás en el proceso.
La habilidad para admitir un error, aceptar la responsabilidad y pedir perdón es un arte.
Pero eso no es todo…
- Sé honesto, sincero, auténtico y coherente…si van a confiar en ti, deberán tener una imagen real de quien eres.
- Sé responsable en la relación…lo solemos llamar “ser correcto”.
- Sé respetuoso, considerado y atento con los demás…independientemente de que sean tus hijos o tus clientes.
- Expresa un interés auténtico en entender la perspectiva y necesidades de la otra persona…en este caso saber escuchar hará maravillas.
- Ten la fuerza, valor y humildad para admitir cuando te equivocas y pide disculpas si es necesario.
- Predica con el ejemplo… tan bien como puedas. Haz lo que dices que harás y si no puedes da una buena razón.
- Comunica, comunica, comunica…
4) Confianza en La Vida.
Independientemente de cual sea tu filosofía sobre la vida y el mundo, todos hemos experimentado lo terrible y lo bello.
Y tanto si encuentras un motivo detrás de estas situaciones como si no, lo cierto es que pasan y seguirán pasando… lo malo después de lo bueno, lo bueno después de lo malo y así sucesivamente.
Pero cuando te atreves a creer en algo, movilizas tus fuerzas y vas a por ello, ocurrirán todo tipo de cosas interesantes.
Una mente abierta, curiosidad y perseverancia son claves.
Esto no significa que nada malo no vaya a venir o que todo vaya a estar bien.
Ni tampoco significa que será fácil ni que obtendrás lo que esperas.
Pero inspiraciones ingeniosas, triunfos espectaculares, partidarios inesperados y fabulosos momentos en la vida, también forman parte de este paquete.
¿Cómo es esto Confiar en la Vida?
Ella se comprometerá contigo si tú te comprometes con ella.
No vivimos en el vacío sino en un mundo en el cual todos interactuamos e influimos los unos con los otros. Así que si empiezas haciendo algo, soñando en voz alta y creando, las cosas pasarán. Algunas cosas llegarán fácil y rápidamente. Otras implicarán todas tus energías, hasta que encuentres más…
La pregunta es: ¿Quieres vivir tu vida con grandeza?
Si quieres explorar un poco más en este camino, lee nuestro NEVBlog: “Gracia. Lo que TODOS necesitamos para vivir mejor y en PAZ” y cuéntanos tus reflexiones al respecto. Nos encanta saber de ti y compartir ideas.
