En éste artículo vamos a ver algunos pasos efectivos para corregir errores.
En el artículo anterior, habíamos abordado lo que significa equivocarse y por qué cometer errores no sólo es humano e inevitable, si no que en realidad es necesario para crear soluciones realmente potentes y lograr un éxito duradero.
Pero por mucho que podamos entender esto, incluso interiorizarlo, por lo general no es suficiente para ayudar a disipar el miedo al fracaso.
La mayoría de nosotros esperamos primero superar el miedo antes de sentirnos suficientemente seguros para actuar.
Sin embargo, rara vez funciona, porque el temor se basa en la actual confusión y la ansiedad – y en un futuro desastre imaginado – de lo que podría suceder como consecuencia.
Lo que funciona es reconocer el miedo y actuar inteligentemente a pesar de él.
Entonces, ¿cómo hacer eso?
1) Un buen comienzo es tener el enfoque adecuado para corregir errores.
Si se trata de una decisión importante o una cuestión menor, la buena noticia es que muchas cosas son “solucionables”. No siempre es posible corregir errores, pero por lo general hay maneras de minimizar el daño y aún así salir adelante.
A menudo no nos damos cuenta de que nuestra forma de pensar en la solución es diferente antes de que ocurra el error y después.
Antes de que suceda nos enfocamos en las consecuencias de equivocarnos. Pero una vez el error ha ocurrido y es una realidad, nos centramos en las soluciones.
Estas son formas muy distintas de operar.
Incluso si los errores anteriores te han dejado bloqueado, la buena noticia es que puedes decidir y entrenarte para entrar en “modo solución”, que es realmente lo que necesitas para hacer las cosas bien y corregir los errores.
Después de actuar bastantes veces, equivocarte y darte cuenta de que el mundo no se acaba, el miedo comienza a disminuir.
2) Entonces, pasos clave para resolver el error.
El error que muchos cometen es que por el malestar de estar equivocados se resisten a la solución y dejan de dar los pasos clave para resolver la situación:
- Admitirlo – a ti mismo primero y luego a todos los demás afectados. (Puedes decidir en qué medida es necesario, pero es importante ser honesto y directo sobre ello).
- Tomar medidas para arreglarlo – enfocarlo como cualquier otro proyecto en el cual “no hay solución” no es una opción. Una vez empiezas a comunicar tus necesidades y buscar nuevas soluciones, éstas vendrán.
- Aprender del error – a veces las lecciones y revelaciones más importantes sólo pueden proceder de un error. De verdad. Sin haber tenido la experiencia personal de equivocarse y del proceso de la búsqueda de soluciones, ciertas lecciones las aprenderíamos sólo superficialmente.
3) Siempre hay un camino para corregir errores.
Incluso si cometes un error con un cliente, puedes pedir perdón y buscar la manera de reparar el daño.
Piensa en todas las ocasiones en los gobiernos y grandes corporaciones nos han decepcionado y causado gran dolor. No confiesan y dicen simplemente: “Lo sentimos, lo arreglaremos, y así es cómo lo vamos a hacer”.
Tal vez ellos no te den una segunda oportunidad, pero la humildad, la dignidad y la responsabilidad de tratar de hacer las cosas bien es poco frecuente y se agradece mucho.
Si es en tu vida personal: admitir que la situación ha ido mal y pedir perdón por el impacto que ha tenido puede ser mágico. (Aunque haya sido una desafortunada consecuencia de intentar hacerlo bien).
Aquí tienes un ejemplo:
Has tenido una discusión con un ser querido…
Crees que realmente “tenias razón” por decir o hacer lo que hiciste, pero el resultado al final no es efectivo. La persona se siente herida y enfadada contigo en este momento.
Pero si te importa lo suficiente – más que la necesidad de tener razón – puedes decir: “Lo siento por haberte hecho daño. Esa no era mi intención. Lo que quiero es que entiendas _________. Vamos a intentarlo de nuevo y estoy dispuesto a escuchar tu perspectiva de la situación.”
Ha habido un gran número de vidas y oportunidades arruinadas por la simple falta de decir “lo siento” o “me he equivocado”.
Esto no significa suplicar a los demás o renunciar a tus valores o punto de vista.
Pero si, comunicar sinceramente tu compasión por el otro y el deseo de encontrar un resultado mutuamente beneficioso. Esta disculpa por haber empezado mal puede ser la clave para abrir un diálogo constructivo hacia la resolución.
No es fácil , pero se puede lograr. Si te encuentras en esta situación, ponte en contacto conmigo para explorarlo.
4) Lo que me lleva a la pregunta de ¿qué es el fracaso?
Para mí, es renunciar cuando renunciar no es, en realidad, la mejor opción.
No admitir.
No comunicar.
Evitar tomar la responsabilidad.
No buscar nuevas soluciones.
Si nos rendimos porque tenemos miedo de confrontar la situación y trabajar para arreglarlo, el fracaso es inevitable.
Sin embargo, podemos construir confianza en nuestra propia voluntad y capacidad de encontrar y crear soluciones adecuadas. Independientemente de cuántas veces nos equivoquemos. Y el miedo al fracaso comenzará a desaparecer.
Anna Ferrer, co-fundadora de la Fundación Vicente Ferrer ha dicho, “Si te dedicas a tu visión con un corazón abierto y estás realmente dispuesto a trabajar y luchar por ello, no puedes fracasar.” No puedes, porque encontrarás una solución al final. Lee más aquí sobre su impresionante trabajo.
Aquí hemos visto algunos pasos efectivos para corregir errores. En las próximas publicaciones, cubriremos otros temores clave en torno a estos temas:
- “¿Seré capaz de recuperarme del error?”
- “La gente me va a rechazar y a ridiculizarme por el error.”
Sigue leyendo en nuestra tercera entrega de esta serie…