Nuestro yo emocional y nuestras experiencias son una parte fundamental de nuestras vidas. De nuestras relaciones, serenidad y éxito. En todas y cada una de nuestras iniciativas, personales y profesionales.
Sin embargo, también nos causan mucha tensión, dolor, confusión, miedo y desafíos.
Uno de los problemas clave es la forma en que fuimos condicionados para entender las emociones. Frecuentemente agobiados por innumerables creencias dañinas en torno al tema, que solo nos hacen sufrir más. En lugar de animarnos a hacer lo único que REALMENTE ayuda:
Conéctarse más y conozcer más NUESTRO SER EMOCIONAL.
El tema de la inteligencia emocional es increíblemente importante. Pero a veces incluso las mejores ideas y prácticas se olvidan de empezar con lo básico.
Por ejemplo:
- ¿Cómo sé QUÉ emoción estoy sintiendo?
- ¿Es lo que siento válido y confiable?
- ¿Debería simplemente ignorar mis emociones o prestarles algo de atención?
Una vez más, estas son solo preguntas iniciales. A continuación hay muchas otras que nos ayudarán a comprender y gestionar verdaderamente lo que sentimos.
Pero muchos de nosotros nos quedamos estancados en las primeras etapas.
Entonces, ¿cómo empiezas a conectarte con tus emociones?
Aquí hay algunas ideas clave en las que trabajamos profundamente con nosotros mismos y nuestros clientes:
1) ¿Cómo sé QUÉ emociones estoy sintiendo?
Esto puede parecer una pregunta extraña para quienes están muy en contacto con sus emociones. Sin embargo, debido a los mensajes engañosos y al condicionamiento que muchos de nosotros recibimos desde la infancia, saber incluso cuándo están surgiendo las emociones, puede ser absolutamente un desafío. Por no hablar de lo que son.
La gran mayoría de nosotros hemos escuchado uno o todo lo siguiente en algún momento. (Quizás no tan directamente pero definitivamente INDIRECTAMENTE):
- Ser fuerte significa no sentir, mostrar o responder a la emoción.
- Las emociones fuertes (particularmente las desafiantes) son MALAS.
- Cuando SÍ sientes o expresas una emoción fuerte, estás siendo dramático, agobiante y simplemente INCORRECTO.
Puedes explorar esto más profundamente en nuestro anterior NEVBlog “Por qué expresar emociones difíciles NO es quejarse”.
Lamentablemente, estos sistemas de creencias son sostenidos por muchas culturas, comunidades, religiones y familias.
¿Por qué?
Quizás porque, en épocas anteriores se hizo muy poco para comprender adecuadamente las emociones. Y ahora, su presencia todavía nos desconcierta a muchos de nosotros.
Además, es doloroso sentir y presenciar una fuerte emoción desafiante: incómodo significa MALO (para muchos).
Y así aprendimos a ignorar y anular un elemento muy fundamental, e incluso un REGALO, de nuestra humanidad.
Entonces, ¿cómo te ha servido eso?
¿El estar siempre controlado, educado y esencialmente REPRIMIDO acerca de tus emociones?
Muchos de nosotros, si profundizamos, encontraremos muchas formas en las que esto nos ha causado un gran daño.
En forma de:
- Desconexión de nosotros mismos.
- Desconexión de los demás.
- Una variedad de bloqueos y desafíos físicos, mentales, emocionales e incluso espirituales.
- Confusión, miedo y ansiedad para ganar claridad, tomar decisiones y lanzar cambios positivos.
- Mala comunicación y relaciones dañadas.
- Bloqueos en creencias, patrones de pensamiento y situaciones que nos lastiman.
- Crecimiento, éxito y eficacia general frustrados y limitados.
- Y MUCHO MÁS…
Todo ello sucede a menudo, debido a que hemos integrado tan profundamente estas creencias inútiles. La represión de nuestras emociones nos mantiene “en marcha” pero nos mantiene complacientes, estancados. Lejos de vivir la hermosa existencia que tanto anhelamos.
Durante muchos años luché con los mismos desafíos y aún sigo trabajando en ellos. Pero me di cuenta de una verdad importante. Soy una persona muy enérgica, motivada y positiva, pero tenía luchas constantes con el agotamiento. Estas se debían en gran parte a reprimir estas emociones clave “indeseables”: tristeza, decepción, miedo e ira.
Y definitivamente salieron de otras formas: ataques de pánico, ansiedad, insomnio, problemas físicos y cosas por el estilo.
Entonces, ¿qué puedes hacer TÚ para conectarte finalmente con tus emociones?
Prueba estas estrategias comprobadas, en cualquier combinación, pero SIEMPRE sin juzgarte, con abierta curiosidad y mucho amor propio:
- Cuando sientas algún tipo de tensión, malestar, ansiedad, etc. DETENTE unos minutos. No huyas de ello, crea un espacio para ello.
- Ahora siéntate un rato, no importa lo desagradable que sea. No te sucederá nada malo, por mucho que temas que suceda.
- Luego intenta NOMBRAR las emociones, tan específicamente como puedas. A veces pueden ser indicaciones claras como “pérdida”, “furia”, “envidia”, etc. Pero otras veces pueden ser colores, imágenes, sonidos, etc. que de alguna manera expresan mejor lo que estás sintiendo. TODO ES VÁLIDO. Intenta conectarte a ello.
- Pero mantente alejado de descripciones genéricas como “bueno”, “malo”, “feliz”, porque son tan vagas que no te dirán mucho. Define TU versión de bueno, malo, feliz, etc. (profundiza) y así comenzarás a obtener una verdadera percepción.
Además, mira nuestro breve vídeo de nuestras sesiones WeAreOne sobre “Cómo conectarte con tus emociones” para obtener más información.
2) Es lo que estoy sintiendo ¿VÁLIDO Y FIABLE?
Esta es otra área de la inteligencia emocional que a menudo se malinterpreta y se utiliza mal.
Una vez más, es probable que recibamos uno o todos los siguientes mensajes desafortunados, directa o indirectamente:
- Las emociones son VERDAD.
- Las emociones NO SON FIABLES.
Puedes estar pensando, “espera, estos dos son aparentemente opuestos, entonces, ¿cómo pueden estar ambos equivocados (o verdaderos)?”.
Exactamente. La verdad es a menudo más gris que blanco o negro.
Las emociones que experimentas no son necesariamente una verdad sólida sobre ti, los demás o el mundo.
Pero SON expresiones de cómo estás experimentando esas cosas, por lo que hay información válida que sintonizar y abordar.
Las vidas que llevamos son esencialmente un reflejo de la perspectiva que asumimos sobre ellas.
Nos posicionamos, a través de nuestros pensamientos y creencias, para ver, interpretar y actuar sobre cosas particulares, de formas particulares.
Puedes ver tus desafíos como simplemente “mala suerte”, una “ofensa contra ti”, “injusto” y generalmente “horrible”. Y esa es la lente a través de la cual se enfocarán todos tus pensamientos y acciones posteriores.
Así como las emociones que sientes.
Pero, puedes verlos como “parte de mi experiencia humana”, “aprender lecciones en mi viaje” y “oportunidades para crecer y superar”. Entonces también tus pensamientos, acciones y sentimientos seguirán en consecuencia.
Entonces sí, nuestras emociones NO SON TOTALMENTE VERDADERAS pero MUY VÁLIDAS y CONFIABLES.
E integrar ambos conceptos te permitirá trabajar con tus emociones de la forma más eficaz posible.
3) ¿Debería simplemente ignorar mis emociones o prestarles algo de atención?
Nunca debemos IGNORAR lo que sentimos, especialmente lo que sentimos profunda y repetidamente. Hacerlo no solo nos desconecta de nosotros mismos, sino que también sigue alimentando el ciclo de represión emocional. Y ello nos conduce a innumerables problemas, para nosotros mismos y para los demás.
Sin embargo, no todas las emociones son igualmente importantes o “serias”. A veces, simplemente tienes hambre o estás cansado.
Un enfoque sólido es reservar regularmente algo de espacio, apertura y curiosidad para controlar tus emociones. Y así, ver qué puedes aprender, cambiar o fluir como resultado.
Esto puede llevar solo unos minutos. Otras veces, horas o mucho más.
Si bien la práctica puede parecer difícil, incluso incómoda al principio, es una de las habilidades más importantes que aprenderás. Se necesita tiempo e inversión para desarrollar tus “músculos de inteligencia emocional”, como cualquier otra habilidad. Naturalmente, después de un tiempo se volverá automática.
A veces no quedará claro lo que estás sintiendo o lo que significa para ti. Entonces tendrás que conformarte en dejarlo por un tiempo y volver a ello cuando surja más información. Eso está bien, y a menudo puede ser el caso en situaciones particularmente complejas.
Pero saber cuándo dejar reposar una emoción no es lo mismo que evitarla. Y podrás llegar a conocer la diferencia.
Tú yo emocional es la clave para comprender cómo estás experimentando tu existencia. Y dónde puede haber oportunidades para hacer que esa existencia sea más significativa y satisfactoria.
¿No vale la pena intentarlo?
Podemos mostrarte cómo. Siéntete siempre libre de compartir con nosotros tus comentarios y preguntas. Nosotros te ayudaremos a comenzar el hermoso viaje de convertirte en tu mejor amigo.