Antes se pensaba que sólo algunos estaban destinados a la grandeza. Pero…
“Él debió barrer las calles tan bien, de tal manera, que todo el mundo se detiene para decir: ‘Aquí vive un gran barrendero que hizo bien su trabajo.’” – Martin Luther King Jr.
“Las comunidades humanas cuentan con una gran variedad de talentos y no de la concepción de una capacidad singular… y en el fondo nuestro desafío real es reconstruir el sentido de la capacidad y la inteligencia.” – Sir Ken Robinson (TED video)
Se pensaba que solo unos pocos, eran personas dotadas de manera innata, siendo capaces crear cosas extraordinarias en este mundo, en la historia de la humanidad. Y que a su vez llegaron a ser ejemplos para las generaciones futuras. Einstein, Eleanor Roosevelt, Martin Luther King Jr., Mahatma Gandhi … ha habido muchos de ellos.
Pero ¿qué pasa con la profesora del colegio que te ayudó a ti o a tu hijo a superar algún reto importante? ¿ A alcanzar algo más allá de lo que creías posible? (Yo tenía la mía: La Señora Bernstein en el Colegio Brooklyn #238)
O la primera persona (jefe/esposo/amigo/extraño) que reconoció tu valor y te aportó (¿una idea? ¿un negocio? ¿un diseño?) ¿una oportunidad?
Y ¿qué pasa con ese camarero/recepcionista/cliente/vecino que te recordó exactamente lo que era importante, cuando más lo necesitabas? … probablemente sin nisiquiera saberlo.
¿Qué es la grandeza?
No hay duda de que hay un reconocimiento especial para aquellas personas que generan un impacto extraordinario en la sociedad humana.
Pero apuesto a que muchos de ellos, cuanto más grandes son, más humildes son, especialmente al reconocer su propia humanidad y limitación, y el hecho de que un hombre no salva al mundo… todos lo hacemos.
Cada uno de estos “grandes hombres y mujeres” pudo hacer lo que hizo gracias al movimiento de muchos. Y cada uno de ellos, a su vez, fue enseñado, influenciado, apoyado y empoderado por otros que nunca llegaron a ser conocidos por el público.
Como una madre. O un amigo. O un estudiante.
La grandeza no está reservada para unos pocos elegidos.
Planteo esto para sugerir que está a nuestro alrededor, en cada uno de nosotros, en lo cotidiano. Y para mí, empieza con la cuestión del talento.
Sir Ken Robinson es reconocido y respetado y ha aportado un enorme progreso en la comprensión de lo que es el talento, la inteligencia y la grandeza. Él y yo trabajamos en el mismo campo: creemos que todo el mundo tiene un talento, pero que se tiene que hacer algo más – especialmente en la educación – para crear el espacio, la oportunidad y el apoyo para permitir que el talento de cada individuo florezca.
Su presentación original de TED sobre esto ha sido vista más de 4 mil millones de veces en todo el mundo. Y otra presentación más reciente, propone un modelo de educación completamente nuevo que reconozca el talento y la grandeza en cada uno de nosotros.
En el mundo de hoy, todavía hay un estándar principal de inteligencia, éxito, grandeza… a menudo medido por el dinero, estatus, fama, y la “grandeza” general del impacto realizado por cada individuo.
Los sistemas educativos, las empresas, los gobiernos, incluso las familias, todavía funcionan con estos criterios en mente.
Lo que no quiere decir que no tengan valor, solo que tal vez hay más que ver y considerar al reconocer el potencial de una persona o una idea, para lograr el tipo de grandeza que moverá nuestro mundo positivamente.
Y tal vez, a veces, solo una pequeña conversación o gesto, a la vez.
¿Qué significa esto para nosotros?
Nosotros, que hemos pasado por los estándares de educación actuales y que ahora somos profesores, gestores y empresarios. Que somos padres, socios y profesionales…
Yo escucho a muchas personas decir que no tienen idea en lo que son buenos.
Siguen persiguiendo carreras profesionales y estilos de vida en torno a lo que creen que “deberían” estar haciendo, en lugar de lo que les llama. En lo que podrían ser grandes.
Tener un talento no significa ser el mejor en el mundo, ni tampoco significa dedicar tu carrera profesional a lo mismo. Se trata de explorar e intentar conseguir lo que te hace especial, lo que te permite hacer una contribución significativa para ti y para los demás.
Y lo gracioso con los talentos… cuando se les da espacio para jugar, y se aplica el buen trabajo duro y el conocimiento para desarrollarlos, la felicidad y la prosperidad parecen seguir también.
¿Crees que una calle se puede barrer con grandeza? ¿Crees que puedes tener una conversación con grandeza con tú hijo, tú pareja? ¿O con el extraño que está sentado a tu lado en el autobús?
Son pequeños momentos como este los que pueden conducir a un cambio poderoso. Para mí, es la razón por la que hago lo que hago.
El coaching consiste en la creación de ese espacio y apoyo para los demás.
Y ¿qué pasaría si le diéramos más valor, aprecio y apoyo a permitir que cada persona desarrolle su talento único en lugar de obligarlos a hacer lo que “deberían”?
Y ¿si las empresas se tomaran el tiempo y el esfuerzo necesarios en reconocer, desarrollar y celebrar las habilidades únicas de sus empleados para conseguir los objetivos de la organización, en lugar de medir a todos con los mismos estándares?
En tiempos como los nuestros, de crisis y oportunidad, se puede hacer mucho si ponemos lo mejor de nosotros. Y muchos están empezando a hacerlo, tal vez ahora más que nunca.
No todos tenemos que ser Einstein, Gandhi, Picasso, un director general o un gran líder.
Pero nunca se sabe lo que cualquiera de nosotros puede llegar a ser.
Por lo tanto, ¿cuál es tu talento?
¿Qué harías tú si “pudieses”?
Comparte con nosotros tus pensamientos y siéntete libre para ponerte en contacto conmigo en cualquier momento.
Este tema me ha dejado atontado, felicito a quien lo allá hecho; cual seria tu manera de descubrir cual es tu talento?
Hola Issa, el proceso se hace a través de unas preguntas, analisis y exploraciones que la persona hace solo y con la coach. También, miramos la historia del cliente y lo que le ha hecho sentir capaz anteriormente. A menudo se combina con una exploración de sus pasiones. Realmente, es una experiencia bastante inspiradora.