Si has estado siguiendo nuestras Sesiones WeAreOne durante este año, centradas en ideas y prácticas simples para aprovechar al máximo esta situación de pandemia y la vida en general, me habrás escuchado mencionar este término “nueva normalidad” desde el principio.
Bueno, ciertamente yo no acuñé el término. Y poco sabía cuán increíblemente ubicuo se volvería.
Usado en exceso incluso.
Además de desconcertante.
¿Por qué digo esto?
De las innumerables conversaciones que hemos tenido con la gente este año, a veces el concepto de “nueva normalidad” se siente como un castigo que nos han impuesto.
Quizás de alguna manera lo sea.
O empezó de esa manera.
Pero, nueva normalidad también significa un NUEVO COMIENZO.
No solo intento ser “positiva” sobre esto. Sino que, todos hemos tenido experiencias en nuestras propias vidas en las que cambios repentinos pueden haber transformado por completo nuestra forma de sentir, pensar y actuar.
Además de nuestra percepción hacia nosotros mismos, los demás y el mundo.
Y puede resultar estremecedor. Pero también increíblemente liberador e inspirador.
¿Cuándo puede pasar esto?
Cuando pierdes tu trabajo. Obtienes un nuevo trabajo. Tienes un hijo. Pierdes a un ser querido. Cambias un hábito importante. Descubres algo nuevo sobre ti. Tienes una nueva relación (de cualquier tipo, que te impacte) o la pierdes o redefines. Tal vez en un momento revelador contigo mismo.
Y en un MILLÓN de opciones más.
La nueva normalidad en tu vida
En este caso, sí, es la pandemia. Crisis económica. Agitación política y cambio.
Y mucho más.
Pero en realidad hemos estado haciendo ESTO desde que nacimos.
Cambiar, adaptarse, APRENDER, reconocer, crecer, descubrir, CREAR.
Este NO es nuestro primer rodeo.
Sólo es el actual.
¿Cómo le das sentido a esta “nueva normalidad” y haces que funcione para TI?
Aquí hay algunas pautas para despertar tu imaginación:
1) Deja de idealizar el PASADO.
He oído a muchas personas, comprensiblemente, hablar de su deseo de que “las cosas vuelvan a ser como antes”. Esto es muy normal, especialmente si tu y los tuyos habéis sufrido mucho en las circunstancias actuales.
“Tal cómo eran las cosas” no era tan bueno como ahora pensamos. Pero quizás ahora tenemos un mayor aprecio por ciertas cosas, y eso puede servir como un poderoso recordatorio de lo que valoramos y queremos nutrir en el futuro.
Sin embargo, la realidad es que, incluso “en ese entonces”, también estábamos luchando, sufriendo, lidiando, dudando, empujando, trabajando, etc. para darle un buen sentido a nuestra existencia y a nuestras vidas. Nos sentíamos perdidos en algunas cosas y más fuertes en otras.
De la misma manera que esta situación actual nos ha hecho perder en algunas cosas y ser más fuertes en otras.
En otras palabras: así es la VIDA.
Si puedes dejar de comparar constantemente las circunstancias actuales con todo lo que echas de menos, puedes concentrarte mejor en lo que has aprendido y ganado a través de esto.
Por supuesto, si has sufrido pérdidas terribles, es diferente.
Aún así, como con todos los desafíos y transiciones dolorosas en la vida, la positividad trata sobre encontrar la LECCIÓN DE VIDA, la gratitud, la renovación en la lucha. No en fingir que estás bien.
2) Acepta la SITUACIÓN y el MALESTAR.
Lo que nos lleva exactamente a esto: esta situación actual tiene muchos momentos extraños, incómodos, preocupantes y confusos.
Por una razón u otra. Y no importa cuáles sean tus circunstancias.
Todos estamos perdiendo preciosos “créditos emocionales” todos los días, simplemente tratando de mantenernos bien.
Independientemente de lo que eso pueda significar para ti.
Y es más de lo que creemos.
Lo que eso significa es que nos quedan menos créditos para TODO lo demás.
Entonces, si te sientes cansado, abatido, confundido, indiferente, estresado, apático u otro conjunto de otras emociones desafiantes: es NORMAL.
No estás solo.
Todos lo sentimos, de una forma u otra. Incluso si nuestras experiencias fundamentales durante este tiempo han sido muy diferentes.
Cuanto antes puedas dejar de juzgarte, a ti mismo y a los demás, por su malestar, dolor, confusión y tal vez extraño comportamiento, más fácil te será reorientarte hacia lo que puede ayudarte en el futuro.
3) Simplifica.
Entonces, el siguiente paso: hazlo fácil para ti. SIMPLIFICA.
Pregúntate: “¿Qué es REALMENTE IMPORTANTE para mí y para los míos en este momento?”
Olvídate de quién eras, qué solías hacer y qué esperabas de todos los aspectos de tu vida: costumbres, ejercicio, trabajo, vida hogareña, relaciones, etc.
Simplemente QUITA todo lo que no sea absolutamente crítico.
¿Es esta una rutina que ya no te sirve?
¿Algunas creencias son ahora más agotadoras que útiles?
¿Proyectos que puedes dejar por ahora?
Y mucho más.
Por supuesto que todos tenemos que seguir con algunas cosas que no nos gustan y que nos agotan.
Sin embargo, se realmente exigente sobre cuáles de ellas son REALMENTE INNEGOCIABLES y cuáles pueden ajustarse, incluso si al principio da miedo hacerlo.
Como con cualquier cosa, cuando empieces, poco a poco, el cambio se hará más fácil.
4) Enfócate en tu ESFERA DE INFLUENCIA.
Muchas personas todavía se están devanando el cerebro y el alma por cosas sobre las que REALMENTE no tienen control.
La progresión de la pandemia.
El resultado de elecciones o decisiones políticas.
O la forma idiota en que alguien acaba de tratarte.
Como dicen, lo único en lo que realmente puedes influir es en ti mismo.
E incluso eso, no es al 100%, pero no pasa nada.
En lo que SI QUE PUEDES influir es en lo que eliges creer y ver. Y en cómo ACTÚAS en consecuencia.
Cómo gestionas lo que te sucede.
De qué modo tratas a los que te rodean.
Cuál es tu enfoque en tu vida y trabajo.
Cuidar de ti mismo.
Y cosas así…
Puede que no siempre llegues a donde quieres ir, pero concentrarte en lo que realmente está dentro de tu control puede ser de gran ayuda para recuperar tu sentido de confianza, control, fe e inspiración.
Si quieres dar un paso más en esta dirección, lee nuestro artículo “La felicidad + el poder de la Psicología Positiva” centrado en la construcción de fortalezas y talentos y en el aumento de satisfacción y felicidad en nuestras vidas.
5) Sueña en el FUTURO.
Un aspecto de las circunstancias actuales es que muchos de nosotros nos sentimos estancados en el PRESENTE. Puede parecer imposible planear algo para el futuro, por lo que nos estamos enfocando más en lo que tenemos frente a nosotros AHORA.
Y eso es, realmente, algo BUENO.
El presente es todo lo que existe.
Por difícil que sea comprenderlo.
La mayoría de nosotros hemos estado anticipando tanto “lo que podría venir” o quedándonos rezagados en los lamentos de “lo que ya pasó”, que olvidamos que lo único que es realmente REAL es el AHORA.
Como dice el famoso refrán: “Si quieres posicionarte bien para tu éxito futuro, empieza por nutrir lo que necesitas y quieres en el momento presente”.
Y es así de sencillo.
Me inspiró inmensamente la elección de una fenomenal nueva presidenta para la Berklee School of Music, donde enseño en el campus de Valencia. También, la elección del nuevo Presidente Joe Biden y la primera Vice-Presidenta mujer negra, Kamala Harris en los EEUU. Verlos avanzar con poder, alegría, inspiración y buena voluntad, es una gran inspiración y motivación.
La verdadera nueva normalidad en nuestro futuro.
Necesitamos más movimientos de este tipo.
No solo hablar de lo que nos aflige en este momento.
Y esto SIEMPRE ha sido válido.
Entonces, ¿qué esperanzas e inspiraciones tienes en tu vida en el futuro?
¿Qué has aprendido de este período desafiante, que deseas aplicar para ti y en tu mundo en el futuro?
¿Quién quieres ser en el FUTURO? ¿Y por qué?
Encontrarás más inspiración en nuestro vídeo: “Cómo fortalecer tu Determinación y Perseverancia para crear un Futuro Significativo”
6) Manteneros UNIDOS.
Este es en realidad mi favorito. Por nuestra parte, también hemos tenido algunos momentos difíciles, como muchos de vosotros sabéis, y sin embargo, no tan difíciles como muchos otros en todo el mundo.
Dicho esto, algunos días parecían demasiado pesados para soportarlos.
¿Así que, qué hacemos?
Nos abrazamos. Decimos “te amo” todos los días, cuando surge el momento (que es realmente todos los días).
Nos abrazamos, nos hacemos cosquillas, nos reímos y celebramos con humildad, especialmente en los peores días.
Tratamos de cultivar prácticas sencillas que nos mantengan cuerdos: cocinar una buena comida, cuidar el jardín, limpiar y organizar, ejercicios suaves, meditación ligera, una buena conversación, un paseo por la naturaleza, un buen libro o puzzle, la tranquilidad de la madrugada o de la medianoche.
Cualquier cosa que la vida nos dé la oportunidad de disfrutar.
Mientras luchamos a nuestro modo con todo lo demás.
Resulta que nuestro cachorro (que en realidad es nuestro NIÑO), después de un accidente severo, ha quedado deformado para el resto de su vida y solo tiene un año y medio. Pero ver la alegría en él todos los días mientras camina y salta, incluso a 3 patas, no tiene precio.
Mi condición de salud crónica, con dolor severo mensual y una serie de otros desafíos, probablemente no se resolverá hasta la menopausia (al menos una década o más por delante).
Estas y muchas otras luchas en nuestra vida han sido tan debilitantes y desalentadoras que algunos días, ni siquiera sabíamos qué pensar o sentir.
Pero seguimos empujando, reinventando, agradeciendo nuestras bendiciones (que son MUCHAS) y tratando de enviar nuestro amor y gratitud el uno al otro y a los demás, tanto como podemos.
Y seguimos triunfando en el trabajo y la vida, poco a poco, que es un enorme regalo y motivación para ambos.
Sabemos que somos privilegiados de muchas maneras y tratamos de mantener esto muy presente en nuestros corazones y mentes.
Y, sin embargo, muchos otros también lo son, pero no lo ven.
No hay juicio aquí. Solo que las bendiciones que la Vida nos da, siempre están ahí.
¿Pero las vemos?
Nuestra nueva normalidad también es dar las gracias.
Intenta acostarte todas las noches durante la próxima semana simplemente repasando los pequeños agradecimientos que has vivido. Todos los tenemos.
Y creo que, será la GRACIA diaria que nos conducirá a través de nuestra propia “nueva normalidad” imperfecta pero maravillosa.
Como siempre, te envío a ti y a los tuyos mis mejores deseos y no dudes en ponerte en contacto conmigo para tener una buena charla.