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Tiempo de relajaciónEs tiempo de vacaciones y sea cuál sea tu situación personal o profesional, es probablemente un buen momento para desconectar y obtener un poco de relajación.

Puede ser que no tengas el tiempo y/o el dinero para hacer una escapada real, pero en este artículo exploraremos formas sencillas de encontrar paz y descanso, independientemente de tus circunstancias.

Y si tienes planes para un viaje maravilloso, lo siguiente también te ayudará sacar el máximo provecho a tu descanso.

 

Escribo esto para mí, tanto como para vosotros, mi gente querida…

 

Feliz relajación…

1. Crea el espacio para la relajación: Tómate tu tiempo.

Muchos de nosotros realmente no tenemos mucho tiempo y cuando lo encontramos, la presión de ser productivos, útiles y estar ocupados nos puede obligar a llenar el resto. Este ciclo puede estar tan arraigado que ni siquiera seamos capaces de notar oportunidades para descansar y dejarnos llevar. Podemos incluso llegar a decir que no existen.

Pero si que las hay. Siempre hay. Como la mayoría de las cosas es una cuestión de prioridades. Sin embargo, muchos de nosotros no podemos ver los verdaderos beneficios de tomarse el tiempo y el descanso más allá de la necesidad de “recargar las pilas” para que podamos hacer más trabajo después.

Creatividad, innovación, inspiración, paz, claridad, comprensión, aceptación, motivación, diversión y liviandad son sólo algunas de las muchas cosas maravillosas que pueden venir de forma natural tras tomarse el tiempo.

Y aquí están algunas maneras de hacerlo:

  • Tomar por lo menos una hora para ti mismo y hacer algo que te guste, y que no tenga ninguna utilidad…mejor aún, tomar un día, una semana…
  • Acostarse temprano / levantarse tarde…nada puede remplazar un buen descanso y sus beneficios son 100% saludables e inmediatos.
  • No tengas prisa…al trabajo, a la escuela, para quedar con tu pareja o recoger a los niños…date unos 10-15 minutos más para que puedas caminar tranquilamente, observar a tu alrededor…puedes evitarte un día entero de ansiedad. Y si no puedes evitar llegar tarde, pregúntate a ti mismo si realmente llegarás más rápido con tanta prisa y estrés.
  • Estar aquí, estar tranquilo…muchas personas me dicen que son demasiado activos para quedarse quietos. Entiendo. Muchos dicen esto especialmente cuando están considerando la meditación, pero es solo una cuestión de entrenamiento. Encuentra un lugar cómodo para ti, quédate allí sin distracciones durante 15 minutos o más y percibe que notas…

 

2. Mimate bien en la relajación: Disfruta.

¿Qué pequeño detalle al alcance de tu mano te haría feliz en este momento? Para mí, fue una caja de chocolates Godiva. Tal vez podía comprarlos en cualquier otro momento, pero no lo hice porque me pareció excesivo. Sin embargo, en un momento, los compré y me di una alegría.

Sea lo que sea, no tiene que costar dinero. Pero por alguna razón sentimos que no valemos la pena lo suficiente como para permitírnoslo.

Podría ser una hora extra para ti. O una comida especial. Un descanso mental de tus preocupaciones. O hacer ese viaje y realmente dedicarte a todo lo que te apetezca.

La pregunta es ¿qué estamos  realmente ahorrando – o demostrando – quitándonos de estas pequeñas alegrías a nosotros mismos?

 

3. Inspírate en la relajación: Probar algo nuevo.

El aburrimiento puede pasarnos a todos y con las mejores cosas. Y tiene poco que ver con estar ocupado o no. Cuando hacemos las mismas cosas en la misma manera – ya sea un trabajo, una relación, una comida, un paseo – eventualmente nos desensibilizamos de ella y podemos perder la capacidad para apreciarla. En pocas palabras: el cerebro deja de pensar, en el mejor sentido de la palabra.

Entonces haz algo nuevo o cambia la forma de hacer lo de siempre. Esto tampoco tiene que ser un cambio muy grande ni caro (o puede serlo). Incluso los pequeños cambios pueden vigorizar el cerebro de nuevo y si van o no van “bien” no es importante. Ir a un lugar nuevo es una forma particularmente eficaz de hacer esto. La originalidad de una experiencia diferente nos despierta y, a veces, puede ser el mejor descanso de todos.

 

4. Se fiel a tu relajación: Desconecta… o vete a la Luna.

Teléfonos móviles, Whatsapp, ordenadores, TV, iPads, noticias, correos electrónicos, vídeojuegos, Instagram, Facebook, Twitter…

…por un rato trata de ir a una desintoxicación de la tecnología”. Sal y mira lo que te rodea, explora tu barrio, tu ciudad, tu destino de vacaciones. Disfruta de la comida delante de ti. Involúcrate con tu gente cara a cara. Juega con tus hijos, plantas, mascotas, o pinturas. Conoce a alguien nuevo. No hay necesidad de comprometerse a nada sólo tienes que fluir con el momento. Pero hacerlo sin robar miradas en todos los medios de comunicación. Lo convierte en algo mágico…

 

5. Antes de la relajación: Prepárate.

Yo seré la primera en admitir que las circunstancias de mi vida y el trabajo pueden afectar mi capacidad para relajarme y dejarme ir. No seríamos profesionales responsables o miembros de una familia si no tuviéramos responsabilidades a nuestro cargo, que no podemos abandonar. Es lógico y comprensible, pero también una excusa muy trillada para no tomarse un descanso muy necesario.

Así que, si estás planeando un fin de semana o un mes fuera, se previsor, deja tus asuntos en orden para que puedas disfrutar de tu descanso sin preocupaciones.

Aquí están algunas cosas a considerar:

  • ¿Cuáles son las prioridades absolutas (y nada más) que hay que tener en cuenta antes de irse?
  • ¿Cuál será tu estrategia de comunicación? ¿Si tienes un trabajo o un negocio haz un plan sobre cómo y con qué frecuencia vas a comunicar con ellos, en todo caso. Avisa a los demás y luego ponlo en práctica.
  • Delega tus otras responsabilidades y confía en que van a estar bien. Pero si piensas que es necesario, o tienes algo importante en progreso, diseña un plan de emergencia. 

Para obtener más información sobre esto, lee también nuestro NEVBlog “No voy a llegar a las vacaciones”.

 

6. No dejes que El Monstruo de la Culpa interrumpa tu relajación.

Mi Monstruo de la Culpa y yo hemos sido muy cercanos a veces. Dudo de su utilidad ya que muchas veces simplemente chupa energía valiosa y tiempo sin dar mucho a cambio. Me parece que muchas personas están agobiadas por este sentimiento y liberarse de ello, al menos por un tiempo, es increíble.

Aquí están algunas ideas sobre como dar unas vacaciones a tu Monstruo de la Culpa – para que tú puedas tomar las tuyas:

 

  • ¿Cómo te sirve tu Monstruo de la Culpa?  ¿Te estás acordando de una importante responsabilidad en este momento? ¿O es solo una consecuencia de la presión externa, problemas de autoestima o un simple hábito? Si se trata de la primera, consulta la sección “Prepárate” de arriba. Si se trata de la segunda, ¿cómo te influye este sentimiento? ¿Te está ayudando a llegar a donde quieres ir? Esta es una pregunta engañosa…
  • Llega a un acuerdo: “durante mi momento de relajación, libero a mi Monstruo de la Culpa para que coja sus propias vacaciones también, y cuando volvamos, podemos continuar nuestra relación si es absolutamente necesario … pero más tarde, ahora no.”

 

8. …Y si todo lo demás falla …consulta los siguientes…

Aquí están algunas ideas adicionales, dichos, juegos mentales, que te pueden ayudar a dejarte ir y darte una muy merecida relajación:

  • El trabajo siempre está ahí. Todas tus responsabilidades, proyectos, inspiraciones, van a estar ahí en alguna forma u otra para el resto de tu vida. Y ahí estarán esperando cuando vuelvas de vacaciones, así que mejor que lo dejes ahora.
  • Escucha tu cuerpo. Si estás cansado, quemado, desmotivado, distraído, puede ser que tu cuerpo trata de decirte que necesita descansar. Puedes luchar contra él, pero es probable que persista si no le das lo que necesita. Y si quieres ser bueno – no, ¡espectacular! – y feliz, tendrás que cuidarte bien.
  • ¿Qué recordarás en tu lecho de muerte? Esto puede sonar morboso, pero puede funcionar a las mil maravillas. Cuando te imaginas a ti mismo en tu vejez mirando hacia atrás en tu vida, ¿qué es lo que realmente vas a recordar? ¿Las horas extras de trabajo? ¿La montaña de ropa para planchar? Probablemente no. Más bien los momentos que coges para escapar de la rutina. Te pueden traer recuerdos maravillosos que serán dignos de recordar.
  • La vida necesita tiempo. En un mundo donde todo está ocurriendo tan rápido y la presión de seguir el ritmo es diaria, podemos sentir que no haya posibilidad de hacer suficiente, lo suficientemente rápido, para llegar a donde queremos ir. Pero no es cierto. Muchas cosas en la vida, no importa lo mucho que empujamos y corremos, necesitan su propio espacio y tiempo para desarrollarse, florecer. Y los planes que hacemos son sólo esto: planes. Hay tiempo. Aprovecha para disfrutarlo.

 

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