¿Cómo puedes ser un emprendedor seguro?
Seguridad es una palabra muy complicada. Una que a menudo asociamos con “estar a salvo”. Y a veces estamos dispuestos a sacrificar nuestra libertad, poder y felicidad por ella.
¿Cuántas veces me he sentado frente a profesionales trabajadores, capaces y con talento? Aquellos que desean desesperadamente dejar su trabajo estable para iniciar su propio proyecto y están aterrorizados por ello. Totalmente comprensible y ciertamente yo he sido una de ellos.
La pregunta que siempre surge es “¿cómo voy a dejar un sueldo fijo por la inseguridad de tener que buscar a mis propios clientes y qué pasa si no lo consigo?”
Luego están las preocupaciones sobre cómo voy a apoyar a mi familia. Cómo voy a mantener un techo sobre mi cabeza y no fallar estrepitosamente ante el mundo. Son buenas preguntas y muy importantes a considerar y desarrollar estratégicamente.
Pero esta es la cuestión: si bien no hay duda de que un sueldo fijo es reconfortante, un trabajo estable no es necesariamente más seguro que ser un emprendedor.
¿Por qué?
No controlas la seguridad de tu puesto de trabajo estable tanto como piensas.
Trabajando en una buena compañía, también teniendo un alto desempeño y una buena relación con tus compañeros de trabajo, sin duda te ayudará a mantenerlo. Pero no te protege de las muchas otras cosas que pueden conducir a perderlo. Como una crisis económica, un mal jefe, reducción de personal debido a problemas en la empresa o incluso a políticas internas y dinámicas de equipo.
No eres el jefe. Nunca estarás al tanto de toda la información crítica que afecta a tu seguridad en el empleo. Lo que significa que tu seguridad es limitada.
Hay información que fluye y decisiones que se toman por encima de tu cabeza que nunca sabrás. Pero tendrán un impacto en tu posición y en tu satisfacción y eficacia dentro de ella.
Por no hablar de que si realmente no eres feliz en tu trabajo actual, como es el caso para algunos, el daño que te hace a diario a ti y a tus seres queridos, la constante ansiedad y el estrés que genera, conlleva la pérdida DEFINITIVA de seguridad.
El problema es que, para muchos, se trata de “inseguridades familiares”, que crean una falsa sensación de seguridad: todo está bien, tienes un salario regular.
Por otro lado, ser un emprendedor no es tan inseguro como muchos piensan. No estoy de ninguna manera diciendo que cualquier persona debería o podría ser un emprendedor. Como no digo que cualquiera de nosotros puede ser médico.
Pero los emprendedores preparados, que están dispuestos a hacer lo que haya que hacer, a pesar de los altibajos, tienen en realidad más seguridad que cualquier otra persona.
¿Por qué?
Debido a que, en realidad, tienen la libertad y el poder para controlar muchos más de los factores que determinan su seguridad en el empleo.
No, no pueden controlar una crisis económica o situaciones globales. Tampoco pueden controlar totalmente a sus clientes y empleados. Sin embargo, pueden tomar decisiones como líderes de su negocio. Pueden decidir que ES clave para asegurar si el negocio fracasa o tiene éxito.
He aquí cómo lo hace un emprendedor de éxito:
1) El Emprendedor #1. Tiene y desarrolla de forma continua una sólida pericia y experiencia en su campo de negocio.
Ya sea que te aventuras en un nuevo sector o empiezas en el tuyo propio, ser un verdadero experto, líder de pensamiento e innovador, garantiza que puedas tomar decisiones inteligentes acerca de tu negocio. Independientemente de lo que está pasando en el resto del mundo.
Puedes anticipar nuevas tendencias y dejar de lado las anticuadas. Continuar optimizando y creando productos y servicios de calidad que ofrecen excelentes resultados.
2) El Mejor Emprendedor. Tiene un motor comercial eficaz y continuamente activo.
No tienes que ser un genio en ventas para ganar negocio. Sólo tienes que entender a fondo a tus clientes. Servirles con autenticidad. Crear estrategias de marketing y ventas eficaces para ti y para tu sector. Y, definitivamente, ponerlas en práctica de una manera disciplinada y permanente. Para más información sobre resto, lee esto: “Marketing auténtico ~ para ti y tu negocio”.
Esto significa tener la paciencia y voluntad de construir una red sólida y segura de contactos, clientes y colaboradores y esforzarse en cultivar esas relaciones durante largos períodos de tiempo.
Esto también significa que tienes el poder y el juicio para dejar de lado lo que no funciona para ti, o para tu empresa.
3) El Emprendedor Abierto. Está constantemente en comunicación, tanto dentro como fuera de su negocio. Aprovecha al máximo el intercambio de conocimientos y aprende a desarrollar su propio liderazgo y el de su equipo.
Muchos problemas, tanto en la vida como en el trabajo, provienen de una pobre o escasa comunicación. Algo no funciona y a menudo no queremos abordarlo por temor a los conflictos.
Pero si te entrenas a ti mismo como un buen oyente y puedes generar una práctica de diálogo abierto y honesto con tus empleados, clientes y cualquier persona que afecte a tu éxito, te asegurarás de tener menos puntos ciegos y la oportunidad de abordar y resolver los problemas que puedan conducir a tu fracaso en los negocios.
4) El Emprendedor Sabio. Sabe cuándo pedir ayuda e invertir en los recursos adecuados para tomar buenas decisiones y emprender acciones.
Independientemente de tu excelencia en tu profesión, hay muchas más habilidades y funciones necesarias para gestionar un negocio con éxito. No es tan necesario ser un experto en todo eso. Pero SI lo es, como seguir mejorando tu estrategia de negocio y tu capacidad de gestión.
La clave es tener la visión y la confianza para encontrar expertos de calidad para ayudarte (en RRHH, los coach, temas jurídicos, marketing, ventas, tecnología, finanzas, estrategia, trabajo en equipo, etc.) para asegurar que tu negocio sigue con eficacia.
Muchos empresarios tienen miedo de hacer esto. Piensan que deben ser capaces de dirigir por su cuenta y esto se convierte en su perdición.
5) El Emprendedor Analítico. Genera tiempo y espacio para cultivar un pensamiento crítico y mentalidad estratégica y fortalecer sus habilidades de auto-liderazgo.
He aquí un error común entre muchos emprendedores. Lanzarse a operar sin hacer la debida diligencia en torno a cuestiones estratégicas más grandes como:
- “¿Qué es lo realmente importante para nuestros clientes en este momento?”
- “¿Dónde podemos proporcionar un valor que nuestros competidores no aportan?”
- “¿Cómo podemos probar nuestra oferta antes de invertir fuertemente en su producción?”
Naturalmente, esto y otras prácticas necesarias, adaptadas a tus necesidades específicas, es lo que te puede ayudar a mantener la motivación y la mente en el juego.
Un negocio es tan fuerte como el emprendedor que lo defiende. Y, por supuesto, significa mucho más que la ejecución de las tareas diarias.
6) El Emprendedor Excelente. No deja de esforzarse, trabajar y cambiar según sea necesario.
Ante cualquier tipo de crisis o de ansiedad, la clave para aliviarla y resolverla es siempre la acción, inteligente y de calidad.
Eso no significa una acción drástica o sin reflexión. Siempre hay algo que se puede hacer para investigar más, ensayar algo, tener una conversación, aprender de otro, etc. Todo esto te ayudará a asegurar la dirección correcta para tu negocio.
Y una acción significativa e inteligente, por pequeña que sea, nos ayuda a sentirnos productivos, capaces y más seguros.
La seguridad no es una situación, es una disciplina. Ya que todas las situaciones pueden cambiar y dependen de factores fuera de nuestro control.
Lo que SI podemos controlar, es lo que elegimos hacer, día tras día, para llegar allí.
¿Cuál ha sido tu experiencia? Envíanos tus preguntas y comentarios.
